La llegada de las vacaciones, luego de un año escolar lleno de problemas, complejidades y circunstancias únicas en la vida de los actores educativos, representa un respiro para lograr tomar en consideración los elementos desde donde percibir lo sucedido hasta ahora.
Por una parte, para los padres y madres de familia (en mayor medida estas últimas) el trabajo -para quienes lo hicieron responsablemente- se incrementó en demasía, pues no solo el gasto de tener que contratar planes de internet para lograr responder a las necesidades planteadas por el propio sistema educativo, pues, de acuerdo con un estudio de la Organización Mexicanos Primero, el 42.6% no tenía internet o datos móviles y tuvieron que pagar para acceder a él.
Por otra parte, el problema de los propios estudiantes, quienes han sido el punto más sensible de las consecuencias de la emergencia sanitaria, no solo por aquellas niñas y niños que no tuvieron el apoyo familiar para salir adelante y tuvieron que darse de baja, así como aquellos que con problemas pudieron hacer su trabajo y presentan un rezago educativo en mayor o menor medida.
En otro orden de ideas, las autoridades educativas, quienes en su mayoría en mayor o menor medida tenían cierta experiencia educativa, lo habían hecho en contextos completamente diferentes a los que enfrentaron en este último año escolar, por lo que tuvieron y debieron que improvisar sobre la marcha para tratar d enfrentar la emergencia con el menor de los daños posible.
Finalmente, el caso del personal docente, quienes no solo tuvieron que adaptar sus conocimientos a un nuevo modelo pedagógico jamás explorado y nunca incluido en las capacitaciones de los últimos 30 años, sino que tuvieron que poner de su bolsa para adquirir equipos electrónicos, el pago de la electricidad, los planes de internet y los programas necesarios para responder a sus estudiantes, generando una estrategia por demás incluyente y poniendo su propio tiempo al ampliarse los horarios de atención para las familias y estudiantes y llevar a cabo un proceso de acompañamiento educativo.
Es claro que las vacaciones no serán suficientes para nadie, sobre todo ahora que se ha dado a conocer el nuevo calendario para el siguiente ciclo escolar, por lo que bien vale la pena el reflexionar en torno a la importancia de preparar el siguiente ciclo, ya con los aprendizajes obtenidos en el que recién termina, lo importante será buscar que las condiciones se mejoren para los apoyos que se habrán de dar para docentes y estudiantes en este nuevo escenario que se nos presenta.
El autor es miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua