A nivel internacional, en muy diferentes países, se han desarrollado diferentes mecanismos que la sociedad ha institucionalizado para hacer valer sus intereses comunitarios en la operación del Estado como son la iniciativa popular, el plebiscito, el referéndum, la consulta popular y la revocación de mandato.
Ésta última figura de participación ciudadana existe en diversos países en el mundo, como es el caso de Suiza (1846), Estados Unidos (2003), Bolivia (2009), Canadá (1995), además de diferentes entidades federativas que lo tuvieron en su momento como es el caso de Yucatán (1938) y Chihuahua (1997). A nivel municipal, son varios los alcaldes de ciudades importantes los reemplazados en diversas partes del mundo por la revocación de mandato: Nagoya, Japón en 2011; el alcalde de Duisburg, Alemania en 2011; la alcaldesa de Lima, Perú en 2013; y la alcaldesa Varsovia, Polonia en 2013.
De acuerdo con la CEPAL (2003), el principal agente de control es el electorado que tiene el derecho de elegir, castigar o recompensar y en algunos casos de revocar el mandato. No basta el sistema electoral, se requiere un papel activo del ciudadano, a través de su participación en organizaciones políticas y de la sociedad civil.
La revocación de mandato se publicó en nuestro país para la figura presidencial en el Diario Oficial de la Federación el 14 de septiembre pasado, con la aprobación en el Congreso de la Unión de todos los partidos, pues fue con el consenso de 491 de 500 diputados y en el Senado de la República se dieron solo dos abstenciones, con lo que el proceso queda más que discutido en lo general y en lo particular.
El próximo 10 de abril se habrá de llevar a cabo, bajo la organización del Instituto Nacional Electoral, por vez primera el ejercicio en nuestro país, en donde se ha generado un importante debate en torno a la posible participación o no en dicho proceso electoral.
En principio porque quien promueve dicha revocación es la propia organización política de la que emana el Presidente de la República, en parte impulsado por generar expectativas y “hacer un ejercicio” sobre el particular, que le llevará además, a tomar una fotografía mas real del nivel de aceptación social, más allá de lo que indican los instrumentos de las diferentes empresas encuestadoras.
En el caso de la oposición la situación es más complicada sin duda, primero porque resulta complejo exponer una negativa fáctica una vez que se aprobó por consenso político las reglas, la finalidad, las consecuencias y las condiciones bajo el cual se llevaría a cabo el ejercicio de la revocación de mandato, luego, porque no existe un liderazgo visible en torno a las posiciones que se han esgrimido, y aun se discute cual sería la mejor estrategia a seguir.
Más allá de lo que Usted decida, pienso que es una excelente oportunidad para favorecer la democracia, no solo con la confianza de que las reglas fueron aprobadas por todos los partidos en su conjunto, sino que a partir de ello, México contará con una herramienta para que ya sea en este o en futuros casos en que quien se encuentre al frente del Poder Ejecutivo en nuestro país no desarrolle un trabajo a la altura de las circunstancias, la ciudadanía, como menciona la propia CEPAL líneas arriba, pueda tomar una decisión a tiempo y no esperar a que pasen seis años de un eventual daño al país.
Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann
Doctor en Gerencia Pública y Política Social