¿Aprendizaje memorístico o significativo?

«El aprendizaje que permanece más duradero es aquel que se basa en la comprensión y no en la mera acumulación de datos.» Jerome Bruner

Una parte muy importante de la sociedad, aprendimos en nuestros años escolares que resulta fundamental recordar, de memoria, algunos elementos que nos son significativos, como el caso del descubrimiento de América, el inicio de la Revolución Mexicana, el natalicio de Benito Juárez, entre otras de ese tipo que, sin querer decir que no son importantes por supuesto, lo importante es saber qué hacemos con dicha información, fecha o conocimiento para el impacto en nuestra vida cotidiana.

Así, en muchas ocasiones, como sociedad, subestimamos o desconocemos la complejidad del proceso educativo que se lleva a cabo en los centros escolares. Este desconocimiento nos lleva a valorar de manera desproporcionada ciertos aspectos del aprendizaje, como es el caso del aprendizaje memorístico, mientras que otros, como el aprendizaje significativo, no reciben la atención que merecen, a pesar de ser esenciales para el desarrollo integral de las niñas, niños o adolescentes.

El aprendizaje memorístico, que consiste en la repetición de información para su posterior recuperación, ha sido tradicionalmente elogiado, especialmente en contextos de evaluación. Sin embargo, es importante entender que este tipo de aprendizaje, aunque útil en algunos casos, tiende a ser de corta duración y no necesariamente contribuye a una comprensión profunda o a la aplicación del conocimiento en situaciones reales.

Por otro lado, el aprendizaje significativo, que se basa en la conexión de nueva información con conocimientos previos, favorece una comprensión duradera y aplicable a diferentes contextos de la vida cotidiana. Este tipo de aprendizaje no solo facilita la retención a largo plazo, sino que también fomenta la reflexión crítica, permitiendo que los estudiantes desarrollen habilidades para resolver problemas de manera efectiva y creativa en su vida cotidiana.

Es crucial que, desde la escuela, pero sobre todo de la sociedad, se comprenda la diferencia entre estos dos tipos de aprendizaje. Mientras que la memorización tiene su lugar en ciertos aspectos del proceso educativo, no debe ser la única forma de enseñanza ni la principal medida del éxito académico. Al centrarse en el aprendizaje significativo, las escuelas pueden contribuir a formar individuos capaces de adaptarse, innovar y aplicar sus conocimientos de manera efectiva en diversos aspectos de su vida.

Por tanto, hay que tener presente que puede ser importante recordar de memoria fechas significativas, pues aportan a ciertos aspectos de la vida en comunidad, sin embargo, es saludable y necesario valorar y promover un enfoque equilibrado que combine la utilidad de la memorización con la profundidad del aprendizaje significativo. Solo así se podrá asegurar que las niñas, niños y adolescentes no solo recuerden lo que han aprendido, sino que también comprendan y apliquen ese conocimiento en formas que enriquezcan sus vidas y las de quienes los rodean. Porque la educación, es el camino…

Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann. 

Doctor en Gerencia Pública y Política Social. 

https://manuelnavarrow.com

manuelnavarrow@gmail.com

Hacia un aprendizaje significativo

 “Para que el aprendizaje sea significativo, el material debe ser relacionado de manera sustantiva y no arbitraria con lo que el alumno ya sabe.” David Ausubel.

En el panorama actual de la educación, existe una desconexión palpable entre la percepción pública del trabajo que se realiza en los centros educativos y la realidad de dicho trabajo. Comúnmente se subestima la complejidad y el esfuerzo requeridos para gestionar y contribuir al proceso de enseñanza-aprendizaje, relegando la tarea educativa a una mera transmisión de conocimientos. Sin embargo, esta visión ignora la multifacética y dedicada labor de docentes y directivos, quienes se esfuerzan diariamente por crear entornos propicios para un aprendizaje significativo para la vida de niñas, niños y adolescentes.

Por tanto, resulta fundamental entender la importancia de revalorizar el trabajo educativo, destacando la necesidad de una organización y coordinación eficaces dentro de las instituciones educativas para fomentar un aprendizaje que trascienda los confines de la mera memorización.

El aprendizaje significativo es un concepto educativo desarrollado por el psicólogo estadounidense David Ausubel que se centra en cómo el aprendizaje ocurre de manera más efectiva cuando se asocia de forma sustancial y no arbitraria con lo que el alumno ya sabe. La premisa es que los estudiantes comprenden y retienen mejor la nueva información cuando pueden vincularla con sus conocimientos y experiencias previas. Esta conexión no solo facilita la comprensión profunda, sino que también hace que el contenido sea relevante y útil para el alumno en contextos personales o académicos. 

En el aprendizaje significativo, los estudiantes participan activamente en integrar el nuevo conocimiento con el anterior, reorganizando y reformulando ambos aspectos en el proceso. Este enfoque contrasta con el aprendizaje memorístico, donde la información se aprende de manera aislada, lo que suele resultar en un olvido rápido y en dificultades para aplicar lo aprendido en situaciones nuevas o diferentes. A largo plazo, el aprendizaje significativo fomenta una mejor retención de la información y facilita la transferencia de conocimientos a nuevas situaciones.

La escuela, vista como una organización dedicada al aprendizaje, se enfrenta al desafío de desarrollar y configurar elementos clave que favorezcan las mejores condiciones para el aprendizaje. Esto incluye la contextualización de contenidos, la construcción activa del conocimiento, la interacción social, la integración del conocimiento, la motivación intrínseca, la evaluación formativa, el diseño curricular integrado y el uso adecuado de tecnologías. Tales elementos son esenciales no solo para adquirir conocimientos, sino para aplicarlos efectivamente en diferentes contextos, preparando a sus estudiantes para enfrentar los retos del mundo real.

Revalorizar el trabajo educativo es reconocer a la educación como un pilar fundamental para el desarrollo individual y colectivo. Este reconocimiento debe traducirse en un apoyo tangible y en políticas que promuevan una mejor educación para todos. Solo así podremos asegurar que las niñas, niños y adolescentes de nuestro país tengan la oportunidad de participar en experiencias de aprendizaje verdaderamente significativas, que les preparen para liderar y enriquecer la sociedad del futuro. Porque la educación es el camino…

Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann. Doctor en Gerencia Pública y Política Social.

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manuelnavarrow@gmail.com